Cristina Domenech: “Mis señoras forman parte del continuo de mujeres que aman a otras, son esenciales en nuestra historia”
Señoras que seducían a otras señoras a diestro y siniestro y tomaban nota de las andanzas con pelos y señales en sus diarios. Parejas de señoras que iban a todas partes juntas y, se dice, ¡incluso dormían en la misma cama. Señoras que empotraban a señores y señoras por igual. Señoras, también de otros tiempos, que se batían en duelo o vestían con ropa de hombre o mujer según el día. Todas esas increíbles aventuras, las de las #Señorasqueseempotraronhacemucho, desfilan por los hilarantes hilos de Twitter de Cristina Domenech, filóloga de formación que navega entre libros descatalogados, diarios y otros documentos incunables para escribir, ella solita, una historia ignorada durante siglos: la de las mujeres que amaron a otras mujeres. No queríamos dejar pasar el mes del Orgullo sin charlar con esta malagueña que lleva más de un año dotando de referentes históricos a varias generaciones de mujeres lesbianas y bisexuales.
¡Queremos conocerte mejor! ¿Qué hace una señora moderna investigando sobre señoras que se empotraron hace tiempo? Sabemos que eres filóloga, que eres profesora y que estás trajinando tu tesis… Cuéntanos más de ti.
La pregunta del millón, ¡qué hago investigando estas cosas si me especializo en literatura! En un principio no me lo planteaba como una investigación, era más una necesidad que surgió porque salí del armario muy joven (con doce años) y en casa me era imposible acceder a ningún tipo de contacto con otras mujeres lesbianas para contestar las muchas preguntas que tenía: ni personas, ni libros, ni series, ni nada. Vivía un poco en un vacío con respecto a mi orientación y eso me convirtió en una experta en rastrear y coleccionar lo poco que estaba a mi alcance sobre el tema. Un par de años después, leyendo ‘Orlando’ de Virginia Woolf, me di cuenta de que en la vida había escuchado nada sobre una mujer lesbiana en la historia y enseguida me picó la curiosidad. Y ahí empezó la movida en la que llevo metida desde entonces.
En algún tuit leímos que tu tesis tiene cierta relación con autoras queer en la historia de la literatura. Grosso modo, ¿de qué trata tu tesis? Por otra parte, ¿qué podemos hacer para ayudarte? (Ponerle velas a alguna señora, mandarte abrazos, etc.)
Mi tesis se centra la representación de mujeres queer en la novela histórica. Toca bastante el tema de las señoras que se empotraron hace mucho, pero desde un punto de vista más literario y menos histórico. Y como cualquiera que esté haciendo la tesis os podrá decir, toda ayuda es buena: mandad abrazos y barriles de té, ponedle velas a Anne Lister (que lo de estudiar no se le daba nada mal) y a Terry Pratchett (que es la única divinidad que reconozco).
El primer hilo surgió como “promesa a una amiga” donde hablaste de dos señoras escocesas que se empotraban (Marianne Woods y Jane Pirie), directoras de una academia para señoritas, a las que pillaron in fraganti. ¿Esperabas la repercusión que tuvo? ¿A qué crees que se debió?
En absoluto, de hecho apenas tocaba las redes sociales. Cuando subí el hilo me olvidé un poco del tema y cuando me quise dar cuenta tenía diez mil seguidores. Si ahora soy mucho más activa en Twitter es porque creo que una plataforma así para divulgar estas historias no se puede desperdiciar, pero en realidad la idea de tener tantos seguidores me daba bastante miedo porque soy una persona muy introvertida. En cuanto a la razón del éxito, por supuesto que creo que el humor y la falta de referentes jugaron un papel de peso, pero pienso que la razón principal es que era una buena historia, simplemente. Y al final del día todos queremos que nos cuenten una buena historia, es un deseo universal e irresistible que lleva funcionando desde el principio de los tiempos. Y las historias de estas señoras son magníficas, casi se cuentan solas.
En una entrevista te preguntaron por la interpretación que damos desde la actualidad a las aventuras de estas mujeres, ¿crees que interpretamos desde el presente a estas mujeres o por el contrario, eran señoras que ahora habrían vivido más o menos tranquilas, pero que entonces no existía el reconocimiento o las palabras para definir sus experiencias, deseos…?
Creo que es cien por cien imposible trasladar las experiencias de esas mujeres a nuestros días y a nuestra forma de pensar. Ni siquiera me siento cómoda llamándolas lesbianas o bisexuales, aunque crea firmemente que forman parte del continuo de mujeres que aman a otras y que son parte esencial de nuestra historia y nuestra herencia. Entiendo que a la hora de divulgar es la forma más accesible de entenderlo, pero por otro lado soy consciente de que sus identidades se construyeron sobre contextos culturales y formas de pensamiento que ya no existen y que son complicadas de asimilar para nosotros. Todo lo que leemos referente al pasado pasa por un filtro contemporáneo casi sin querer, eso por descontado.
Nos descubriste a Anne Lister que sabemos que es tu señora favorita (o lo era hasta hace unos meses) y que ahora se ha convertido la serie Gentleman Jack en HBO. ¿Están llegando las señoras que se empotraron hace tiempo al mainstream? ¿Crees que ayudan a normalizar distintas identidades y que estas se entiendan como parte de la experiencia humana?
Definitivamente estamos viviendo una época mágica en la que las señoras que se empotraron hace mucho generan más interés que nunca. No hay más ver que en los últimos dos años hemos tenido películas o series de Anne Lister, de Emily Dickinson, de Colette, de la reina Anne de Inglaterra, de Elisa y Marcela… Sinceramente, no todas están hechas con el mismo cuidado ni con la misma intención. Se nota cuando una película es un producto que busca exclusivamente lo comercial y se apoya en el erotismo de la homosexualidad o la bisexualidad femenina (como ‘Colette’, o ‘Elisa y Marcela’) y una que sabe presentar a sus protagonistas como mujeres con deseos sexuales pero no como mujeres sexualizadas (como ‘La Favorita’ o ‘Gentleman Jack’). Evidentemente las segundas tienen para mí mucho más valor que las primeras, pero incluso incluyendo las primeras creo que el solo hecho de que se recuerden estos nombres y se devuelvan a la memoria cultural contemporánea ya es algo positivo.
¿Qué feedback estás recibiendo de mujeres bisexuales / lesbianas que descubren tus hilos? Sabemos que es muy importante y que, de hecho, te has convertido en un referente de la comunidad LGBTQ patrio…
¡No diría yo que soy un referente de la comunidad, eso son palabras mayores! Pero en el último año sí que he descubierto que hay muchas chicas jóvenes que han descubierto que tienen pasado y que tienen historia a través de mis hilos, y eso me emociona muchísimo porque yo he pasado años buscando esa clase de conocimiento, esa sensación de pertenecer a algo más grande y más antiguo que el aquí y el ahora, y poder dárselo a otra gente me encanta. También sé que hay quien lee los hilos a su familia o a sus amigos, gente que ha hecho trabajos de clase de alguna de mis señoras antiguas o profesores que han usado los hilos para dar visibilidad en el aula. La sensación de servir un poco de puente entre esta generación y las que ya casi no se recuerdan es maravilloso. ¡Y por supuesto, me encanta ver a chicas jóvenes enamorarse de la Maupin, de Anne Lister o de Natalie Clifford Barney como si fueran estrellas del rock! He pasado muchas horas con esas señoras y todas se merecen un club de fans.
¿Qué otras señoras tienes ahora en cartera? ¿Algún personaje que nos sorprenderá, especialmente?
Esta es la pregunta eterna que nunca puedo responder, porque me gusta mantener el misterio hasta que salen los hilos. Pero quedan muchas, muchísimas todavía, y claro que hay algunas que van a sorprender. Tengo por ahí a una señora del siglo XVII cuyos padres conocían y aceptaban plenamente su orientación como lesbiana, otra a la que le rompieron el corazón y se compró una isla (todo normal)… Las señoras que se empotraron hace mucho no pueden parar de ser icónicas.
Hemos leído por ahí que hay un LIBRO en camino, una compilación (¡esperamos que ampliada!) de todos tus hilos. ¿Qué puedes contarnos de este proyecto?
¡Muy poco de momento, desgraciadamente! Puedo decir que está en marcha (ahora mismo, en vivo y en directo), puedo decir que habrá hilos recopilados y algunos nuevos… pero poco más de momento (estoy deseando largarlo todo, pero no me dejan, sshhh).
Más allá del libro y tu tesis, sabemos que tu objetivo en la vida es lesbianizar a todo el mundo, cuál supervillana... ¿Cómo va ese plan maléfico?
Pues yo pensaba que iba bastante bien después del éxito de los hilos, pero ahora que ha llegado ‘Gentleman Jack’ y están hasta algunas heteros replanteándose las cosas en Twitter, tengo que aceptar que nunca voy a lesbianizar al mundo al nivel de las profesionales. Pero no me pesa: siempre supe que Anne Lister conquistaría el mundo.
