Brujas, un itinerario

Con motivo de la lectura de “Calibán y la bruja” de Silvia Federici en Casa de Lectoras Indeseables, compilamos algunas obras interesantes sobre el rol de la bruja tanto en la ficción como en la historia, y nos planteamos el porqué de la actualidad de esta figura.

Casa de Lectoras Indeseables
5 min readJun 13, 2019

La introducción a la Guía de las flores de Europa, publicada en los años 80, dice así: «El interés hacia el mundo de nuestras plantas espontáneas adquiere unas proporciones cada vez más amplias, en buena medida como reacción frente a la creciente amenaza que se cierne sobre nuestros vegetales y nuestro medio ambiente. Cuando nos proponemos proteger algo y estar en condiciones de evitar su destrucción, necesitamos empezar por conocerlo». Puede que no sea una afirmación tan radical como «la tierra es de quienes la trabajan», pero apunta como culpable de nuestra degradación actual al mismo sistema.

Cuando las necesidades extractivas sobre el territorio se hacen acuciantes, las mujeres que trabajan el terreno y transmiten su tradición oral se convierten en enemigas del capital. También los hombres, pero la misoginia hace de ellas una presa más fácil. Este modelo sigue más que vigente: los bosques, hoy por hoy, están transformados en fábricas de madera vivas, y la tala ilegal es uno de los principales negocios del crimen organizado, con la participación silenciosa de políticos corruptos que se benefician de esta explotación. Los asesinatos medioambientales, amenazas, robos de patrimonio natural, esclavitud y trata ocurren cada día, sobre todo en países del sur global. Nuestra naturaleza está mermada, siendo cada vez más pobre y escasa, y sus defensores, la gente que depende directamente de ella, están siendo aniquilados.

La caza de brujas en España

En España, la caza de brujas obedeció a las raíces de acumulación primitiva capitalista, alentada también por el recrudecimiento de las estrategias de violento control social de la Inquisición, que practicaría en España técnicas inhumanas para luego exportarlas sobre poblaciones enteras en las colonias transatlánticas. Brujas eran las mujeres del monte que cuidaban las laderas y conocían sus especies comestibles y medicamentosas; cualquier conocimiento que proporcionara autonomía frente a las instituciones de poder, o más grave aún, autoridad, debía ser eliminado. Esta represión se apoyó en la misoginia y otros odios, como el antisemitismo y anti-islamismo, para extenderse, privándonos de tradiciones locales y un legado de conocimientos místicos y naturales vastísimo, cuya pérdida resulta incalculable.

Si hay algo que aprender de Calibán y la bruja es que allí donde hay represión habrá resistencia y, si esta última fracasa, allí donde hay homogeneidad y escasez hubo antes heterogeneidad y abundancia, recursos que han sido sobreexplotados y aniquilados. Es aterrador pensar en todas las batallas que nuestros ancestros han perdido contra un monstruo insaciable y devastador de nuestra propia creación, que se han trasladado con más violencia y crudeza a otros países. Pero no todo está perdido. No todo se perdió. No podemos dejar de oponer resistencia, y mucho menos ahora.

Bruja es mujer que resiste

Cuando en las manifestaciones feministas se corea “somos las hijas de las brujas que no pudisteis quemar” también cantamos por las que sí quemaron. Mujeres culpadas de delitos como acudir al socorro, recolectar hierbas y frutos o asistir en un parto; elaborar cerveza y emplear a gente a su cargo, o saber leer y escribir. Disponer de medios para subsistir se condenó como brujería, y en ocasiones parece que sigue siendo condenado. El genocidio femenino continúa en un goteo interminable, la violencia contra nosotras omnipresente e insidiosa. Saber reconocerla es el legado de todas las mujeres que no se rindieron, pagando su osadía bien con su vida o sufriendo un desarraigo de lo más brutal.

Si Calibán y la bruja os supo a poco para recuperar la memoria de las brujas, la tesis de Rocío Alamillos Álvarez explora las costumbres de hechicería y brujería en la Andalucía de la Edad Moderna. En El libro de las brujas, Katherine Howe recoge testimonios de brujas enjuiciadas y los exaltados jueces que las condenaron a muerte con el convencimiento de estar purgando al mundo de algo. Vivimos en una realidad creada por y para ellos, en el que la imagen de mujeres muriendo en una hoguera representa poco más que folclore, apenas una anécdota histórica. Y sin embargo las brujas también permanecen en nuestra memoria colectiva, gracias al trabajo de mujeres como Silvia Federici, como representantes de una injusticia social colosal y emblema de poder subversivo.

Vuelven las brujas

¿Qué hace una bruja en el siglo XXI en un país del norte global? Una bruja se sindica. Una bruja apoya la soberanía alimentaria con sus costumbres de consumo. Una bruja toma control de su capacidad reproductiva y ayuda a otras a hacer lo mismo. Una bruja conspira con otras brujas para avanzar la justicia social anticapitalista. Una bruja protege su privacidad digital para poder seguir conspirando segura. Una bruja se arraiga a su tierra y trabaja por su sostenibilidad a largo plazo. Una bruja hace todo esto con alegría y arrojo, disposiciones que son en sí mismas magia. Poder escribiros este mensaje y que lo leáis es magia, el resultado de enormes avances, disputas y sacrificios. Avancemos juntas sin perder eso de vista, por nosotras, las brujas que no pudieron quemar, y todas aquellas a las que sí quemaron.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:

Dice Silvia Rivera Cusicanqui que «Toda palabra es prestada». Dicen las archiveras sin fronteras «enséñame tu archivo y te diré quién tiene el poder». Tomando prestada la palabra «bruja» y centrándonos en la acepción fuente de todos los miedos patriarcales y sus represalias, hemos compuesto un pequeño archivo:

  • Brujas, parteras y enfermeras, Barbara Ehrenreich y Deirdre English (pdf).
  • Ecofeminismo, Maria Mies y Vandana Shiva (editorial) (adelanto editorial).
  • El despertar de la belleza: sesenta cuentos populares de los cinco continentes, edición de Marita de Sterck (editorial).
  • Hechicería y brujería en Andalucía en la Edad Moderna. Discursos y práctivas en torno a la superstición en el siglo XVIII, Rocío Alamillos Álvarez (pdf).
  • Coño potens, Diana J. Torres (editorial) (pdf).
  • Mujeres, resistencia y revolución, Sheila Rowbotham (edición en inglés).
  • Yo, Tituba, la bruja negra de Salem, Maryse Condé (en todostuslibros).

Recordamos que una bruja de bien apoya las librerías y comparte libros con sus amigas ;)

Este mes estamos leyendo La Vegetariana, una novela corta de ficción delicada y aterradora. En Corea del Sur, una mujer modélica por su obediencia y discrección decide dejar de comer carne, pescado y cualquier otro producto animal. Las consecuencias, violentísimas, no se hacen esperar, superando con mucho la supuesta infracción cometida por la protagonista, que en ningún momento habla por sí misma. Han Kang da una lección de narrativa con su finísima capacidad de observación y una prosa que se bebe, en la que cabe todo: roles de género, expectativas y violencia social.

Nos vemos en #casadeKang y, si queréis participar en el encuentro, tenéis una cita el jueves 30 de mayo.

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El club de lecturas feministas con un plan la mar de ambicioso: leer libros escritos por mujeres y comentarlos.

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